Roberto Saviano en su libro Gomorra explica, entre otras cosas, como la mafia napolitana ha desarrollado el control de la industria de la gestión de residuos en el Sur de Italia. Como los técnicos ambientales que trabajan para el Sistema (así le llaman a la Camorra en su propia tierra) estiran el código europeo de residuos para eliminarlo casi todo y como la mayor parte de los residuos que llegan a tratarse (la gran mayoria directamente se eliminan en vertederos incontrolados) tienen como destino la incineración en cementeras y incineradoras que las propias empresas afines al Sistema desarrollan.

En el debate surgido respecto al nuevo Plan Integral de Residuos y la posibilidad de incinerar, encontramos argumentos similares a los que describe Saviano en su libro, para justificar el desarrollo de incineradoras en el Sur de Italia. Lo que más preocupa e indigna es que estos argumentos avalen un texto legislativo que regula la gestión de residuos en el País Valencià.

El Partido Popular nos intenta vender la idea de que con la incineración nos parecemos a la Europa del Norte, a Suecia, Alemania, Austria, etc, cuando en realidad con su propuesta de gestión de residuos nos parecemos, un poco más, si cabe, a la Campania y la provincia de Nápoles.

Los países del Norte de Europa que contemplan la incineración de residuos urbanos, no incineran por qué sí. Incineran respetando la jerarquia de gestión de residuos: 1_Reducir, 2_Recuperar, 3_Reciclar, 4_Valorizar y 5_Eliminar. Este sencillo esquema de gestión implica que para poder incinerar o valorizar energéticamente, primero deben desarrollarse las 3 R’s, que es precisamente lo que falla en el sistema de gestión que pretende imponer el PP valenciano con el nuevo PIR.

En la Europa del Norte se incinera, cierto, però también la recogida selectiva está desarrollada en su totalidad y de forma eficiente (se separan hasta dos tipos de plástico) la materia orgánica no se mezcla con ningún otro residuo, el desarrollo de los sistemas de retorno de envases y de los ecomercados funciona a unos niveles inexistentes en el País Valencià. Por lo tanto la Europa del Norte se puede permitir establecer un debate sobre la incineración límpio y abierto. Debatir sobre incineración en el País Valencià es sucumbir a la tergiversación y manipulación del PP y caer en los argumentos que describe Saviano sobre la Camorra. La separación en orígen en la Comunidad Valenciana está poco desarrollada, la recogida de materia orgánica por separado es inexistente y el PIR la contempla de manera voluntaria. Se han parado a pensar por qué? Por qué quizà, si se separara, a parte de tener una gran reserva de materia prima para fabricar compost, el resto de residuos que actualmente se contaminan por la presencia de materia orgánica podrian separarse con mucha más facilidad, contribuyendo a su recuperación y reciclaje. De este modo la materia que no sirve para otra cosa (la que se incinera) seria mucho menor, tanto que no justificaria la incineración en ningún caso por falta de rentabilidad entre la inversión y el resultado de la misma. Ahora bién, si todo se mezcla y los rendimientos de separación no son buenos, tenemos un compost contaminado que no sirve, y tenemos una amalgama de resto de residuo que tampoco se puede recuperar.

Solución quemarlo todo y si aprovechamos las cementeras, coste mínimo y negociete a la vista. La diferencia entre la descripción del sitema napolitano y el del PP valenciano, es que el primero forma parte de una obra de ensayo, y el segundo está incorporado en la legislación.

El PP de Sagunto ha votado en contra de recurrir una legislación que contempla la gestión de residuos en estos términos y que tiene el objetivo claro de institucionalizar la incineración de basura. Que conste y se sepa entre sus votantes, así haran más grande su minoria.

Teresa Garcia i Muñoz.
Regidora de Compromís a l’Ajuntament de Sagunt